Hola Victoria,

Este mes, tu tercero, me tardé más de lo normal en escribirte, pero es que han pasado demasiadas cosas en nuestro país y la atención de todos estaba en otro lado...

Este mes ha sido, sin dudas, en el que más rápido has crecido y felizmente para mi, también ha sido el mes en el que más tiempo hemos pasado juntos tú y yo. Hay muchísimas cosas que te tengo para contar, pero quizás la más relevante es que ahora te la pasas haciendo pupú. Así mismo, tu papá vuelve a hablar de tus costumbres escatológicas en público en la internet. Como probablemente no leas esto sino para cuando seas adolescente, época en la cual seguro no te caeré bien de todas maneras, aprovecho que vas a estar arrecha conmigo para escribir estas cosas...

Pero es que es verdad. Antes pasabas tres o cuatro días sin hacer pupú, y ahora haces dos veces al día, a veces hasta más. Es interesante pensar que a uno lo alegre decir que su hija se la pasa haciéndose pupú encima...cosas de bebés y papás, supongo

Lo otro relevante es que has incrementado considerablemente tu concentración y atención. Ahora te le quedas viendo por varios minutos a cada cosa, y si antes me emocionaba cuando te dignabas a dirigirme una sola miradita, pues ahora me vuelve loco de emoción cuando te instalas a observarme y analizarme por cinco minutos seguidos. Ahora, si tan solo me dedicaras tanto tiempo como lo haces con la televisión, eso sí que seria genial -- al menos ahora sé que tu primer gizmo no será un iPod o un celular, sino casi seguro un TiVo o su equivalente de aquí a unos años, porque ¡cómo te encanta ver televisión! Y no me refiero a los programas de chamos tipo Bob el constructor o Dora la exploradora, sino a CSI, Criminal minds y Without a trace. Tu mamá y yo hemos hecho pruebas y si hay algo que te arreche más que no comer cuando tienes hambre es que te apaguen el televisor cuando lo estás viendo. Pegas unos gritos tan bestias que los vecinos deben jurar que te estamos torturando o algo

Y con este asunto de la atención y la concentración viene lo otro que más me emociona: tu sonrisa. Cada vez es menos un reflejo disparatado, cada vez te ríes con los juegos que te hacemos tu mamá y yo. Lo bueno es que cada uno tiene sus propios juegos, así que no tienes preferencias entre ella y yo ("por ahora" como diría el señor aquel del que algún día te contaré)

Y como es lógico con el paso del tiempo, has ido cambiando también físicamente. No solo es que has crecido y engordado (57 cms y 5.4 kg), sino que se te va definiendo un poco más la cara. Pareciera que la forma de los ojos y de las cejas serán como los de tu mamá (lo que me faltaba, dos miradas acusadoras en una misma casa...¡lo que me espera!), y está claro que el color de los ojos es el mismo marrón que los mios (lástima porque el verde de tu mamá es bien bonito)

¿Qué más te puedo contar? Que te encanta bañarte. Tanto así que hay que hacerlo dos veces al día. Te relaja como nada más lo hace y la manera más efectiva de hacerte dormir en las noches es darte de comer y bañarte a eso de las 7:30 PM, para que caigas rendida a las 8:00 PM y luego te pares a la media noche. Y menos mal que ahora estás durmiendo corrido hasta las 5:00 AM o 6:00 AM, así tu mamá descansa un poquito más

Lo último que te cuento es que le tienes algo de tirria a tu abuela. Cada vez que te carga pegas unos alaridos espantosos y te privas del llanto. Ella dice que es que eres igual a tu papá, que no la quieres. Es por cosas como esta que te amo tanto, hija mia...

Te tengo que dejar por el momento, pero en un mes te vuelvo a escribir...

Te quiere mucho,

Tu papá

Etiquetas: RoRRo 2.0, Victoria

# sacado del horno a las 07:30