Finalmente, después de casi cuatro meses de papeleo, llamadas, idas a registros, idas a bancos, peleas con mi esposa, peleas con el corredor, peleas con los vendedores, peleas entre los vendedores, peleas entre los vendedores y el corredor y pare Ud. de contar, hoy pudimos firmar la compra del apartamento nuevo

Originalmente, la firma era para el viernes, porque los vendedores son Peruanos y ya no viven en el país, y el apoderado de uno de ellos se iba de viaje el domingo. Pero la atontada mental de la señora que nos vendió (está divorciada del otro dueño) tenía todos los papeles en desorden, los que tenían el nombre de casada estaban vencidos, y los que no estaban vencidos tenían el nombre de soltera. Además, presentó un pasaporte Canadiense, pero es Peruana...total, que los del registro soltaron la carcajada a última hora y nos dijeron que no podíamos firmar así...

A correr a buscar tres testigos que confirmaran que la señora existe y que ese es su nombre, y que era la dueña del apartamento, y a hacer que el otro señor viajara desde Lima para firmar lo antes posible

Y menos mal que todo estuvo en orden esta vez, porque el apoderado del banco solo podía asistir a la firma o este lunes o el viernes, con lo cual hubiésemos tenido que esperar hasta el final de la semana...

Pero ya todo pasó, ya tenemos el apartamento, y ahora tocará comenzar a remodelar las cosas que queremos cambiar -- piso, baños y cocina. Con suerte arrancamos los trabajos este jueves, y de aquí al 15 de diciembre deben haber tumbado y sacado todo lo viejo, para que en enero comiencen a poner lo nuevo...

Y lo mejor de todo es que el sábado era nuestro aniversario de bodas, así que qué mejor regalo para los dos que tener el nuevo apartamento ya en nuestro poder...

Hoy duermo bien...muy bien...

{y yo también dormiré bien, porque me tenías ladillado con tu llorantina y tus quejas...}

# sacado del horno a las 18:16