Una de las típicas promesas de año nuevo es la de meterse en un gimnasio. Hacer dieta, hacer ejercicio, bajar de peso

Para mi nunca ha sido fácil meterme en un gimnasio. No sé qué opinan ustedes, pero me parece que hay demasiadas cosas en contra de que uno se inscriba, y más aún para que uno vaya a hacer ejercicio en sus instalaciones

Para empezar, hay que pagar. Y cuando digo esto no es para que piensen que soy tan inocente como para esperar que este servicio sea gratis, sino que me refiero a que es rematadamente caro -- pague la inscripción y pague las mensualidades. Posiblemente la verdadera razón de que uno adelgace es que después de bajarse de la mula, queda pelando de tal manera que no le alcanza para almorzar sino una o dos veces a la semana

Y además del dinero, está el ego. No me van a decir que cuando uno está gordito no le da como cosa pararse al lado de todos los tipos papeados y las viejas duras. Es como el chiste aquel, que uno tiene que agarrar algo de sol antes de ir a la playa para no verse taaaan blaaaaanco cuando toma el sol -- uno tiene que hacer algo de ejercicio, para estar en forma antes de ir para el gimnasio

Pero suponiendo que uno supera esas barreras y da el paso para inscribirse, ahora vienen más obstáculos que complican el objetivo

Si uno es hombre, nunca, nunca, nunca logrará que uno de los entrenadores le pare ni medio. La única manera de que estos personajes muestren medio gramo de interés en uno, es si uno es tan papeado como ellos, o si uno es una mujer medianamente bonita. En mi caso, no soy ninguna de esas dos cosas

Luego está el asunto de los horarios. Si uno trabaja en una oficina, solo tiene dos opciones: ir antes del trabajo o ir después del trabajo. Para la primera, es necesario madrugar -- y vamos a ser sinceros, si uno está gordito y fuera de forma es justamente porque no tiene fuerza de voluntad, así que eso de estarse parando a las 5:30 AM para salir al gimnasio es, en el mejor de los casos, una utopía. Esto nos deja entonces con la ida después de salir del trabajo. El problema con esto es que la mayoría de los demás inscritos en el gimnasio están en la misma situación que uno, así que a esa hora el local está a reventar de gente, todas las máquinas trotadoras están ocupadas, todos los aparatos están siendo sudados, y todas las clases de aerobics, step, tae-bo, spinning y cualquier otra cosa que se les ocurra, ya están llenas...en fin...

...ya sé lo que están pensando: "no todos los gimnasios son así", "con esa actitud nunca vas a lograr nada", "si yo pude, tú también", et cetera, et cetera...y estoy de acuerdo con ustedes. No digo que no se pueda, sino que cómo cueeeeeessssstaaaaaaaa...

{la ventaja de ser un invento de tu imaginación, es que puedo comer lo que me dé la gana y no engordo ná...}

# sacado del horno a las 09:30