Me da gracia que el mismo día que leí que Adriana se despertó inundada, a mi me sucedió lo mismo. Bueno, no fue igual, igual. Fue casi que al revés...

Anoche como a las doce nos depertamos súbitamente. En la lejanía se escuchaban sirenas y la habitación se llenó rápidamente de un penetrante olor a plástico quemado. Tan fuerte era ese olor, que pensamos que eran los cables de la computadora -- tenemos como ciento quinientos cables en esa área

Me acerqué a la computadora y con cuidado retiré todo para ver por dónde se estaba quemando, pero no conseguí nada

Las sirenas se hacían cada vez más fuertes, y el sueño se hacía cada vez más escaso, por lo que me dí cuenta (finalmente) de que el incendio no era en mi casa

Resulta ser que a menos de una cuadra se estaba quemando un carro, y cuando digo que se estaba quemando no me refiero a un humito, me refiero a llamaradas de esas que hacen ¡crac! y una humareda que invadió al menos tres edificios cercanos

¿Y las sirenas? Como ya es costumbre para los que vivimos por la zona, vimos con impotencia como los bomberos andaban perdidos, dando vueltas sin encontrar la calle donde estaba el incendio. Se veían las luces de las cocteleras a la distancia, regresándose por donde vinieron, dando vueltas en U, parándose en una intersección por no saber a dónde ir

Finalmente llegaron y apagaron el incendio en menos de tres minutos. Lo que quedó del vehículo fue nada: el esqueleto de su carrocería, un tablero desfigurado y los resortes de lo que alguna vez fueran asientos. Ya esta mañana solo había una mancha negra y un par de escombros en el piso

Nosotros no pudimos volver a dormir sino hasta media hora después, porque todavía estaba lleno de humo nuestro cuarto

{quiere candela...pa' los pies...quiere candela...pa' los pies}
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Anoche durmieron a Goofy...qué cagada...

# sacado del horno a las 08:30