Afortunadamente, no hay ningún problema con que yo trabaje escuchando música. Siempre y cuando no moleste a los demás, tengo libertad de oir lo que me provoque. Para ello, uso mis audífonos -- en estos momentos estoy usando unos robados de algún avión de Copa Airlines, de cuando vivía en Panamá

Lo valioso de mis audífonos no es que me permiten escuchar la música que me gusta, sino que me aislan del caos a mi alrededor. No siempre es así, claro está. Hay días de tranquilidad e incluso de aburrimiento, pero cuando hay presión porque hay que presentar los avances al cierre del primer semestre, es tremendamente conveniente poderse abstraer de lo que me rodea

Esta semana ha sido de corredera para terminar las presentaciones. Afortunadamente, yo no he tenido mucho que hacer al respecto, pero casi todos los demás de la gerencia andan en ese lío. No paran de reclamar, de molestarse, de echarle la culpa de algo a alguién, y de quejarse de lo que les piden. "Me lo vienen a pedir ahora". "¿No me lo pudo avisar con más tiempo?". "¿Cómo que no me lo tienes listo todavía?". Esas son algunas de las frases que más se escuchan por aquí, o, mejor dicho, que escuchan los demás, porque yo estoy escuchando Rush, Duncan Sheik y Queen...

{"is this the real life, is this just fantasy?"}

# sacado del horno a las 11:30