Hace varios años tuve un trabajo el cual requería que viajara con cierta frecuencia. No solo tenía que ir a otras ciudades o países, sino que los proyectos exigían que me mudara completamente por meses a la vez

Por un lado era una maravilla -- "conoce el mundo, ¡gratis!". Pero por otro, era una pesadilla. Claro que es agradable que a uno lo manden a algún sitio interesante con todos los gastos pagos, una apartamento o habitación de hotel bien abastecido, un carro y viáticos, pero hay que recordar que uno esta de viaje por trabajo, no por diversión...

Y claro que uno puede hacer lo que quiera con su tiempo libre, cuando lo tiene, así que si uno es inteligente, puede aprovechar para ir a conocer más lugares, visitar museos, plazas, mercados, puertos, pueblos, lo que sea. Yo lo hice, no me puedo quejar. Gracias a ese trabajo conocí sitios nuevos y pude regresar a otros que ya había visitado antes

Pero también tuve momentos difíciles y malos que no me hubieran pasado de no haber estado en esos lugares. Supongo que es parte del balance de las cosas, te damos algo, pero también te quitamos algo -- tu decides

El tiempo pasó y salí de ese trabajo, no por causa de la viajadera sino por otras cosas, aunque me gusta decir que esa fue una de las razones. Mis trabajos posteriores no me ofrecieron esa oportunidad: los viajes que tenía solían ser cosas de ida y vuelta a ciudades cercanas a Caracas, o a pasar una o dos noches viajando por el interior*, y esos casos eran más la excepción que la regla

Y ahora estoy de vuelta en plan de viajero. Si han estado leyendo este espacio durante los últimos cuatro o cinco meses, sabrán que me encuentro de viaje por cuarta vez en lo que va de año, y que uno solo de esos viajes ha sido netamente de placer (el de Margarita). He disfrutado las oportunidades de visitar a mis hermanos en Miami, de hablar con amigos que tenía tiempo sin ver, de conocer gente de quien solo tenía referencia por lo que escriben en sus propios blogs. Conocí un país (Suiza) que quizás nunca hubiera visitado por mi cuenta. He hecho un montón de cosas de las que no solo no me puedo quejar, sino que más bien tengo que estar agradecido...

...pero a la vez, hay una parte de mi que se cansa de vivir 'out of a suitcase', como dicen los gringos. De no poder dormir en mi propia cama, sino en un hotel por allí. De no siempre poder llamar a mi esposa para decirle cualquier estupidez que esté pensando en ese momento (y créanme que pienso en muchas estupideces durante el día). De no estar 'en mi ambiente', particularmente cuando vengo para acá, donde la gente asume que como 'buen Venezolano' me debo conocer Miami de arriba a abajo, y que como hablo inglés igual o mejor que ellos, no hace falta que me ayuden o acompañen en nada. Me canso de almorzar solo, de no tener un puesto fijo para sentarme a trabajar, de que no me paren porque mi trabajo es importante para la compañía, pero no para los que trabajan aquí (eso se los explico otro día) que no entienden cómo lo que yo hago los puede ayudar a ellos

En fin, hay un montón de cositas fastidiosas (para no decir malas) que se van acumulando y acumulando sin que uno se dé cuenta, y que hacen que esto de la viajadera por trabajo se vuelva más una molestia que una cosa buena

Supongo que esta vez me pegó más porque el viaje fue largo, casi dos semanas completas, y porque estoy solo. Quizás si hubiera sido más corto y si tuviera que trabajar en compañía de alguién, las cosas serían diferentes. Eso y no haber estado para el nacimiento de mi sobrinita, ni para el cumpleaños de mi esposa

Feh. Hoy ando down...

...voy saliendo a Miami Beach y luego al cine a ver The hitchhiker's guide to the galaxy, una de las películas que más quiero ver este año. Hablamos después...

* que no es lo mismo que una o dos noches viajando en interiores

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# sacado del horno a las 17:00